La Renga nuevamente hizo historia, ya que además de presentar su nuevo
material “Pesados Vestigios”, colonizó la localidad de Villa Rumipal, ubicada
en el Valle de Calamuchita, Córdoba. Más de 50 mil personas se dieron cita para
vivir un show que tuvo todos los temas de la nueva placa, mechados con clásicos
de la banda de Chizzo Nápoli.
La espera se hizo muy larga, ya
que 13 meses pasaron desde aquella noche de Navarro en diciembre de 2013,
momento donde festejaron sus 25 años de trayectoria. Para sorpresa de todos, se
encerraron todo un año para armar un disco que los acerca a sus raíces
rockeras, porque La Renga es así, siempre hace algo distinto que los pone más
arriba aún en nuestro rock.
Con una pequeña demora a raíz de
que las telas que oficiaban de pantallas estaban bastantes rebeldes por el
viento, La Renga comenzó su show a las 22.30 con “Corazón Fugitivo”. El sonido
nuevamente fue preciso y claro desde el primer acorde, lo que terminó de cerrar
una noche perfecta.
El show tuvo muchos picos
emotivos, ya que “Pesados Vestigios” tiene en su tracklist a “Pole” y “San
Miguel”, el primero dedicado a Victor Poleri, un gran amigo de la banda, que
participa en casi todos los videos oficiales, quien murió hace poco tiempo, el
segundo recordando a “Keko”, el joven
muerto por una bengala aquella tétrica noche de La Plata de abril de 2011. La
gente lo entendió los momentos de homenaje, y disfrutó de dos enormes
canciones.
Un solo invitado tuvo el show,
hablamos de Ricardo Soule quien puso su voz y violín en “Sabes Que”, y “En el
baldío”, otro de los que levantó a todo el público presente en Córdoba. Es
difícil obviar la trilogía que tuvo a “Somos los mismos de siempre”, “Mas o
menos blues” y “Blues cardíaco”, los 3 sonaron en continuado y nos pasearon por
las distintas épocas y estilos que la banda de Mataderos recorre en su
historia.
Si uno busca emociones fuertes,
hablamos de esas que calan hondo en el corazón, debe vivir los finales de los
shows de “La Renga”. “La Razón que te demora” y “Oscuro Diamante” hicieron
las veces de falso final con la gente
totalmente entregada a lo que pasaba arriba y abajo del escenario. Luego de 10
minutos de descanso, el “wawa” nos avisaba que se venía “El viento que todo
empuja”, uno que de a poco se va haciendo fijo en la lista, y bien merecido que
lo tiene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario