La famosa Av Corrientes de
nuestra ciudad es característica por los teatros, las librerías y las veredas
anchas. A veces los teatros presentan propuestas que hacen agua por todos
lados, pero la noche del sábado el Opera nos esperaba con una que contaba con
enormes argumentos, donde no se medía nivel de convocatoria, ni ninguna de esas
cosas.
Cuentos Borgeanos llegaba
renovado, con un disco regreso que tuvo buena aceptación y que los hizo
recorrer el país, pero el desafío de llegar a un teatro tan importante no era
comparable a eso. Desde el comienzo del show, minutos pasadas las 9 de la
noche, la banda de Abril Sosa se sintió comodísima, con una puesta que hizo
hincapié en lo sonoro y en la iluminación, algo que se asemeja a sus canciones,
en las cuales la melodía está al alcance de la mano.
La lista corría y los 12 años de
historia de banda pasaban reflejados en el enorme escenario del Opera, el
sonido era impecable, producto de esa enorme atmosfera que tienen estos
lugares. La voz de Abril brillaba, es muy interesante ver su evolución musical,
comenzando por ese joven que la rompía tocando la batería en Catupecu, por
suerte durante la noche se sentó durante unos minutos para darle a los tachos.
“Mírame”, “Resistir”, y la
emotiva “Te verde”, entre otras lograron los mejores momentos de una noche que
se extendió por más de 2 horas y media. El frontman se dio todos los gustos,
entre ellos caminar entre las butacas y correr por todo el teatro.
El balance es muy positivo porque
“Cuentos Borgeanos” goza de buena salud, el regreso fue correcto con mucho para
dar y demostrar. El nivel compositivo de Abril va en aumento, y los discos
anteriores mutan y toman más sentido aún a medida que van pasando los años. Por
otro lado, hay que destacar que el Teatro Opera es uno de los mejores lugares
para disfrutar sensorialmente las mejores propuestas que tiene nuestro rock,
Attaque, Eruca y Cuentos son los grandes ejemplos.
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