lunes, 19 de octubre de 2015

LA LUNA DEL LUNA


A casi un año de cumplirse su primera presentación en el Luna Park, la banda liderada por Santi Aysine llegaba nuevamente al mítico estadio de Corrientes y Bouchard, pero esta vez con el disco más completo de su historia bajo el brazo.

Cuando uno entraba se topaba con cuatro pantallas de gran definición, un “EUREKA” con letras gigantes en un escenario enorme, la batería bien arriba y un característico público joven que desde temprano empezó a poblar las calles del bajo porteño.

Esta vez, las populares laterales con asientos formaron parte del campo y dieron lugar a que algunos post 30 años se sentaran tranquilos a escuchar a la banda que, a las 21.30, salió al escenario luego de la arenga de la que todos pudieron ser parte a través de las pantallas.

Con Aysine bien arriba y mostrando sus dotes de frontman, se escuchó el “Dale guacho!”, que sirvió de intro para que los acordes de la viola de Beto abran la noche y desaten la locura de la gente.

Después llegaron Duelen, y No pierdas cuidado, el primer tema del último disco de la banda. La lista de temas iba paseando por los 7 años que tienen de historia, Seremos, del disco al que dió nombre, el cual tuvo mucha preponderancia durante las 2 horas y media de show.
Como no podía ser de otra manera en una banda que tiene letras combativas, que pegan de frente, sonó Nosotros de COPLA, y tras eso un discurso de Santiago, en el cual hizo hincapié sobre la culpabilidad de Callejeros, y que sumó un descargo contra los empresarios. Pegado a eso dedicó, una de las canciones  más potentes, Brújula a Diego Argañaraz, ex manager de la banda de Fontanet que hace poco salió en libertad y parece estaba presente en el Luna.

Llegó entonces el primer invitado de la noche, Matias Westerkamp de la Condena de Caín, para meter su viola en Quebrado y seguir repasando el último disco.

Dos más de los viejitos, Que salte la banca y una gran reversión de Mercedes, llevaron al show bien arriba, para pegarlos con Chacal, uno de esos temas que refleja los límites que SLB quiere cruzar con sus nuevas composiciones. Esto puede salirle bien o mal, pero uno no puede decir que no toman riesgos a  la hora de hacer música.

También hubo un repaso con los clásicos del primer disco, y así sonó Hay que saber ser. La primera invitación a bailar con los acordes de Faquir, y los pasitos de Santi que hicieron delirar al público femenino de platea y campo.

“Como lo pidieron tanto”, esa fue la justificación que dio paso a un gran acústico. Toda la banda al medio del escenario y una gran puesta de luces para escuchar en un clima íntimo temas como Labios de café, y el ya hit de la gente Tren al Edén que lo cantó el público, mientras se veía la emoción de la banda ante semejante devolución de su gente.

Pero con eso no cerró el set íntimo, ya que se dio paso a la improvisación y Santiago se calzó la criolla y acompañado de Pili, en teclados, se despachó con un set cumbiero que incluyó “Cabeza de tortuga” de Mala Fama, para seguir con “Berretines de verguda” de los Gedes,  “Amor clasificado” en un homenaje a Rodrigo que terminó con Después de ti de Leo Mattioli.

Tras semejante repaso de amplitud musical, y con la frase “La música es una sola”, el cover de Yo caníbal hizo explotar a la gente y cerró un momento de quiebre dentro de un concierto que mostró el momento de Salta La Banca.

Con el conjunto de cuerdas que acompañan a la banda sonaron En el jardín y Lirio Boreal, con lugar en el medio, para que con la camiseta número 10 de Argentina en los hombros, Aysine tire “Ninguna persona que jugó en el potrero de la esquina puede no amar a Lionel Messi”

La reversión power de Considero fue una de las joyitas de la noche, y la emoción la aportaron Beto Grammatico y su hermana Cecilia en batería para hacer Búsqueda.
Para el final sonó Somos y con la voz bien grave de Darío "Pantera" Giuliano de DLGP Invierno tibio. Así pasaron Multitud, Vosotros, Ellos esta última con Manuel de “Sueño de pescado” banda de la plata.


Y la noche terminó cerca de las 12 PM con El relato y Heidi, con el aporte en guitarra de Ariel Pintos. El anuncio del tema número 30 desembocó en un final a puro baile con Bautismo, que pinta afianzarse como hit para cerrar show futuros.

La banda de Santi y Beto o de Aysine y Grammatico, como ustedes prefieran, sonó mejor que nunca, aceitada, y con la relación que siempre tuvo con un público que fue variando desde aquel primer disco acústico, el cambio que comenzó con Seremos y que hoy desemboca en un gran disco como es Eureka. Camino que, hoy a menos de un año del primero, les permitió volver a llenar el Luna. La relación con la gente sigue intacta que sigue reventando los lugares donde toquen porque la banda muestra que siempre va en busca de algo más, será el desafío mantenerse en ese nivel. Pero vaya que la pena vale la contienda


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