EL IDILIO ESTÁ INTACTO

Por segunda vez en su historia, y 4 años después de esa noche histórica donde quedó grabado el DVD de los 15 años, Cultura Profética nos ofreció 3 horas de una notable calidad musical, en donde no quedó nada pendiente y en la cual mostraron nuevamente el amor y la alegría que sienten cuando están en nuestras tierras.

Se torna cada vez más complicado no caer en lugares comunes a la hora de hablar de este grupo de puertorriqueños que se destacan en cada visita a nuestro país. Desde aquel Obras en el año 2007, la evolución musical es notoria y los shows de mayor calidad sonora y visual. En esta ocasión mostraron algunos cortes nuevos de lo que será un nuevo disco (¿saldrá en 2016?), entre otros sonaron “Despertador Solar”, “Le da igual” y “Saca, prende y sorprende”.

“Sube el humo” abrió la noche, y fue vivado por los 8mil asistentes que una vez más agotaron localidades para verlos. Las perlitas estuvieron a la orden del día, hubo un segmento dedicado a Bob Marley, sonaron “Rebel Music” y “Buffalo Soldier”, en la voz de Boris. Por su parte, Bebo, percusionista de la banda, se hizo cargo de un lado B, como es “Soldado”, del disco “Ideas nuevas”.

Es importante marcar no solo lo musical en los shows de Cultura, sino que también las letras y lo que se dice entre tema y tema  tiene una carga social importantísima, la cual genera conciencia en los muchos que desconocemos todo lo que trae aparejado el colonialismo en el que vive Puerto Rico al día de hoy. Como siempre marca Willy desde la tarima, le gusta mucho hablar, y a nosotros cada vez más escucharlo y refrendar esas causas.

Ya había comenzado el jueves, y el concierto entraba en la etapa final mientras escuchábamos “Verso Terso”, y éramos cómplices de los coros que Willy pedía. La gente reclamaba más, y la banda también quería a pesar de tener maltrechos a algunos integrantes por un accidente doméstico en Chile. La entrega de los boricuas fue total, y el público agradeció con una ovación y el clásico pogo en “Mr Swing…”.

Cultura Profética es una de esas bandas  que todos queremos que se instalen acá, como los Hosen o los Ramones, en su época. Tienen el crédito libre para hacer lo que quieran musicalmente de nosotros, y estaremos felices de la vida cuando termina cada show. Una vez más colmaron el Luna Park, y para el año, esperemos con nueva placa, deberán buscar un lugar más grande para continuar este crecimiento que tienen en nuestras tierras.