miércoles, 20 de mayo de 2015

NUNCA LES DES LA ESPALDA


Las Pelotas, en pleno proceso de grabación de su nuevo disco de estudio, se presentaron en Groove el domingo 17 de mayo. Un repaso por muchos momentos de su historia que trajo recuerdos a los casi 1800 presentes en el local de la Av Santa Fe.

Antes de sacar una entrada para ver un concierto, todos nos preguntamos las razones por las cuales uno debe ir, este show de la banda de Germán Daffunchio no tenía más atractivos que hacer el aguante una noche más a un grupo de músicos que van camino a los 30 años de trayectoria. Como suelen hacerlo, pagaron con creces el esfuerzo que hace uno en el cierre de un fin de semana.

Mucho público adentro y afuera del local, hizo que el show comience con una pequeña demora, por eso veinte minutos después de las 21 con “Mañana es igual” como apertura, Las Pelotas comenzaron a desandar un show de 2 horas de duración, el cual tuvo todos los condimentos que uno espera.

Durante todo el concierto nos fueron paseando por su discografía de la manera que quisieron porque fuimos desde “La Marmota” hasta “Movete”, la cual apareció en los bises a pedido de los presentes. En el medio sonaron joyas como “Peces” y “Boca de Pez”, entre otras. El sonido acompaño de manera clara y nítida como nos tienen acostumbrados.

Varios fueron los momentos a destacar en una noche que no dio respiro, la conexión de los músicos en el escenario sigue posicionándolos como una de las mejores bandas de rock argentino. El primer falso final fue con “Sueños de mendigos”, una perlita de “Para Que?”, que se hizo clásico en los últimos años. Tuvieron que volver 3 veces antes los incesantes cánticos, para el último invitaron a Fernando de Catupecu, quién sumó el caos que tiene como carta de presentación.


Se esperan nuevas canciones durante este 2015, pero las distintas caras que presentan “Las Pelotas” a lo largo de su historia hace que sea cuasi imposible darle la espalda a un concierto de ellos. Las emociones siempre están a flor de piel, las canciones te asaltan y hace que aunque no te lo propongas, termines saltando enloquecido cantando “Bombachitas Rosas”.

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