Kapanga despidió un gran año con un lleno total durante dos noches en
el Teatro Vorterix,allí encontramos todo lo que buscamos los que nos acercamos
a cerrar el fin de semana: alegría, buenas canciones y un recorrido por la
historia de una banda que tiene 25 años y la misma cantidad de hits o más.
Es inevitable contraponer la
depresión clásica de domingo con la fiesta que nos propone la banda del “Mono”
Fabio show a show, con una puntualidad extrema “Kapanga” nos regaló un show de
más de 2 horas, en donde la intensidad no cayó en ningún momento, y eso es un
dato muy importante a destacar
“No me sueltes” fue el primero de
la noche, el sonido fue sólido desde el comienzo, y a partir de ese momento nos
entregamos a la catarata de canciones. Es complicado que una persona que vaya a
verlos no conozca, por lo menos 15 canciones de las que “Kapanga” toca en un
show, son pocos los lados B para el público medio, así y todo hay fans a
ultranza que entonan las letras de los temas que no sonaron en los medios
masivos.
“Maikel” y “El Mono” se van
turnando entre tema y tema para llevar la batuta, hay coreos y los chistes a
bandas amigas están a la orden del día. El Mono siempre aclara que hay que
tomárselo con buena onda, aunque algunos no lo hacen así. Suena “Ramón”, y
saltan todos los presentes. Un clásico que no tiene fecha de vencimiento.
Uno de los motivos de estas dos
noches en el local de Colegiales fue el lanzamiento de “Mama donde estoy?”, el
nuevo material audiovisual de la banda. Éste es el sucesor de “Lima”, una placa
que tiene como eje el riesgo porque Kapanga apostó a algo nuevo, y esto es algo
que no debe pasar desapercibido. “La Crudita” y “Jefe Max”, entre otros sonaron
a lo largo de la última noche del mes de noviembre.
Como invitados pasaron Karen
Pastrana y Walter Meza , de Horcas, quien con una versión furiosa de “Angus
Young” nos sacudió a todos para demostrar una de las varias aristas de la
música que propone la banda oriunda de Quilmes, la cual también es una de las
que tiene mayor proyección internacional de nuestra escena. “El mono relojero”
queda para el final, y la gente retorna a su hogar feliz porque “Kapanga” es el
“antidomingo” perfecto, del cual ninguno se debe privar.
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