lunes, 27 de octubre de 2014

CON LOS PIES EN EL LUNA




Salta La Banca tuvo su gran noche en el estadio de la Avenida Corrientes, la cual tuvo muchas cosas a destacar pero lo más importante es el esfuerzo que hizo un grupo de amigos por cumplir el sueño de miles de fans que colmaron el estadio y cantaron durante las 3 horas que duró el show.

El caso de este grupo de jovenes que con su banda llegaron a tocar en el Luna Park es un fenómeno a analizar, muchos sociólogos estarían deseosos de esbozar teorías del porqué el público obliga a su grupo preferido de rock a encarar algo para lo que aún no se sienten listos. Este concepto es uno de los más importantes que dejó el  show, es muy difícil encontrar que un tipo tan joven tenga las ideas tan claras ante un éxito tan abrumador.

SLB arrancó la noche con “Nosotros”, y a partir de ahí todo se tornó incontrolable para los que estaban arriba y abajo del escenario. Desde arriba no podían creer lo que vivían y trataron de disfrutarlo minuto a minuto, desde abajo se desató la fiesta y la coreografía de siempre pero con la magnitud de un estadio de 8000 personas enloquecidas por la misma causa.


Fueron más de 30 canciones, apareció alguna canción que nunca había sonado, hubo homenajes, se presentaron nuevas versiones de temas viejos y nuevos, pero lo más importante fue que el sonido, las luces y la escenografía estuvieron también a la altura de la circunstancia,

Las Manos de Filipi, De la Gran Piñata, El Bordo, La Caverna, La Fernández Fierro y Bersuit Vergarabat fueron las bandas que estuvieron representadas con sus integrantes en el escenario, otras como Las Pastillas y La Furia de Petruza estuvieron acompañando a la distancia, pero sin dudas que hayan estado Monica Alegre y Vanesa representando la memoria de Luciano Arruga habla de una banda que además de mantener la cabeza en su lugar, se compromete en todo lo que hace.

Es complicado destacar algún tema de la noche porque la gente canta todos como si fueran hits, pero “Somos” es un himno de una generación que vive las cosas de una manera diferente y Salta La Banca no duda en ofrecerla a su gente concierto a concierto. Pasada la medianoche sonó “Que salte la banca”, y ese marcó el final de la noche intensa que vivimos todos los que estuvimos ahí.


Se torna raro y complejo definir un concierto de una banda que llega al estadio techado más importante del país en el medio de una búsqueda sonora que cada vez lo lleva más al campo del rock, las dos guitarras en varias canciones sirven de muestra para entender que Salta La Banca, de la mano de Santiago Aysine tiene mucho para hacer en nuestro rock. Son inquietos y tienen los pies en la tierra, no es fácil tener esa cantidad de público rendida a tus pies y mostrar tus falencias sin temor al “qué dirán”.


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